Compartir Publicación
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Email this to someone
email

En 1983 Freddie Mercury conoció al último gran amor de su vida, un barbero irlandés llamado Jim Hutton.

Se vieron por primera vez en un bar gay londinense: “Cuando ocurrió, supongo que iba por mi cuarta cerveza. John Alexander, mi amante por aquel entonces, fue al cuarto de baño y aquel tipo se me acercó. Yo tenía treinta y cuatro años y él un poco más. Estaba vestido informalmente con jeans y un chaleco blanco y, como yo, llevaba bigote. Era delgado y no el tipo de hombre que yo encontraba atractivo.

Prefería los hombres más grandes y toscos. “Te invito a tomar una copa”, me dijo. Yo tenía una lata casi llena y contesté: “No, gracias”. Después me preguntó qué estaba haciendo esa noche. “Fuera”, le dije. “Sería mejor que se lo preguntaras a mi novio”. El extraño se dio cuenta de que no estaba llegando a ninguna parte conmigo y dejó el asunto de lado, regresando con sus amigos del rincón.

“Una vez le pregunte por qué, de todas las personas del mundo que podía haber tenido me había elegido a mí. Me miró y me dijo: “Luchaste por mí, me ganaste”. Las últimas líneas de la canción “These are the days of our lives” tienen un sentido especial para mí: “Aquellos fueron los días de nuestras vidas, las cosas malas en la vida fueron pocas. Aquellos días se fueron ahora, pero algo sigue siendo cierto cuando miro y descubro que aún te amo”.

Freddie fue el mayor amor de mi vida; se que nunca volveré a amar así”, escribiría Jim Hutton en su libro de 1994 llamado “Mercury and me”. Freddie le dejó en herencia a Jim, al cual llamaba cariñosamente “mi marido”, 500.000 libras y un terrero en Irlanda para que construyera una casa. Jim falleció un viernes 1 de enero del 2010.

  • https://sonic-cl.streaming-chile.com/8162/stream
  • SONATA
  • ROCK