Una insólita campaña estatal en Corea del Norte en algún momento prohibió el pelo largo en hombres, algo inquisitorio para los amantes del rock pesado de la época.
En realidad, no se trataba de una nueva ley, sino de una orden. Los coreanos debían cortarse el pelo al “estilo comunista”; corto, que no supere dos dedos de longitud. Los hombres mayores se podían dejar el pelo un dedo más largo para tapar la calva.
Para concienciar a los ciudadanos, las autoridades pusieron en marcha una campaña de presión mediática. Los canales de televisión identifican con nombres y apellidos a los melenudos, a los que califican como”ciegos seguidores del estilo de vida burgués”. Por el contrario, las mujeres sí pueden llevar el pelo largo porque, en su caso, la longitud del cabello no reduce la actividad cerebral, según las autoridades coreanas.